Semillas

No sé de donde vino el agua, ni como llegó a nuestro desierto. Ni siquiera sé si tuviste algo que ver con las precipitaciones. Me contenté con contemplar extasiado la efímera explosión de vida y tonos en verde, sabedor de que todo se secaría. Solo quedaron cactus y espinas y la tierra volvió a sumirse en su inevitable letargo.
Dejaste demasiadas semillas. Parece mentira, pero aún quedan unas cuantas, escondidas entre la tierra seca, esperando una nueva agua de Mayo que encienda su fútil esperanza.
10 comentarios
fabiola -
Carlos -
Como va eso???? En el desierto se pueden encontrar muchas cosas, más que arena y dunas...
...y me viene ahora mismo a la cabeza Las Vegas, por una canción que escucho de Sheryl Crow.
Salir o entrar al desierto puede ser cosa de uno mismo... independientemente del agua, los oasis o la realidad... aunque se esté bajo el sol tortuoso del Gobi, siempre queda la imaginación para escapar de allí.
Un saludo y a ver si hablamos.
Carlos.
mad -
Te diría que los cactus tienen su encanto, pero sé que no cambiaría nada.
Nada humano es infinito. El desamor tampoco.
Besos
woodsman -
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B, te ha quedado muy bien eso.
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POLEDRA, me matas de risa :-) . No me van los métodos navajos. Me va la reciprocidad. Lo que no está para uno, no está para uno.
Poledra -
Veamos, a la paticoja...
ey guet aia aia...
De verguenza nada, si los navajos la hacían un hombre del bosque no va a ser menos!!!
B -
Saludos...
maga -
Hondas semillas, nuevas flores, serás abeja libando en el polen de una nueva vida
woodsman -
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ELISABETA, ahora mismo está lloviendo que no veas por aquí, con tornados y todo, jejeje
Elisabeta -
Carlos -
Hasta en el desierto las más fuertes se desarrollan tan solo con el rocio del amanecer.
Un abrazo Woody!